Una cosa está clara: ningún viaje
es igual a otro. Y por esa misma razón hay muchos tipos de maletas que se
adaptan a nuestro viaje pero, ¿cómo saber cuál es la idónea?
En primer lugar es interesante
centrarse en las características del viaje: cuánto va a durar, dónde vamos a
ir, qué tiempo va a hacer, qué vamos a hacer… Y después es interesante hacer
una lista con todo lo que necesitamos para que no se nos olvide nada y podamos
calcular el espacio necesario.
Maleta cabina New York |
Una vez hecho esto pasamos a
escoger la maleta. Si se va a hacer un viaje largo se recomienda llevar una
maleta dura, independientemente del medio de transporte, ya que ayudará a que
la ropa no se nos arrugue tanto. Si el viaje no dura mucho y, por tanto, no
llevamos demasiadas prendas, una bolsa de mano puede ser una buena solución.
Con respecto al tamaño de la maleta, tenemos que mirar que nuestro equipaje
quede holgado para meter posibles regalos o equipaje extra, hay que recordar
que normalmente las maletas suelen venir más llenas de lo que van, por eso no
puede quedar muy justa la ropa. Es interesante puntualizar que la maleta no ha
de ser demasiado grande, de tal manera que carguemos con una maleta casi vacía
que, además, nos resultará difícil de mover. Con respecto al transporte, las
más cómodas son las de ruedas ya que permiten deslizarlas sin esfuerzo y no
pesan.
Antiguamente se tenía un único
juego de maletas y, debido a su coste, se pretendía que durara toda la vida.
Hoy en día el precio de las maletas es mucho más asequible y hay modelos de
todas las formas y colores que nos permiten cambiar de maleta siempre que
queramos.